¡Hay que celebrar, la patria lo amerita!

Se dice por ahí que no hay nada que celebrar, bueno, en definitiva hay mucho que celebrar, porque si el México en el que vivimos, es de cierta o cual forma, ha sido forjado por todos, aunque a todos nos guste echarle la culpa a los políticos, que en realidad no hacen nada más que aprovecharse de esta "estabilidad" e "inmobilidad". Obviamente, me incluyo, porque estando en este teclado de computadora, detrás de este monitor, no hay mucha acción, aunque por lo menos se intenta mostrar mucha oposición e inconformidad. Y si digo que sí hay que celebrar, debe de haberlo, sino el zócalo no se colmaría de tantos espectadores y voluntarios que participan en las celebraciones "bicentenarias"... aunque lamentablemente, muchos ni siquiera saben que celebran... no importa porqué pero hay que celebrar.


Bien entonces, ¡celebrémos!, por dos rebeliones, insurrecciones, revoluciones, guerras (o como les gusten llamar), escamoteadas, usurpadas y herramienta para el cambio de poder, de unos detentores, a otros. También celebremos por la historia de nuestro país, la cual no hay interés en conocerla ni un poco más allá, ni tampoco en averiguar la relación de la misma con la historia de otros países. Celebremos por el rescate histórico que hacen las telenovelas de Televisca y sus homólogos, así como las pancartas y carteles en centros comerciales y demás eventos culturales auspiciados por la iniciativa privada y el gobierno, que fungen como placebo reivindicador de una historia llena de traiciones, explotación y muerte. Celebremos por esos caudillos comercializados e hinchados, que acaparan toda la atención en escena, tapando a todo un pueblo que dio la vida para llevar a cabo estas luchas, y que nunca se le reconoció. Celebremos por la histórica tradición de un territorio, que nace como "México" a partir de grupos que tan sólo lo ven como un socavón, de donde pueden MANDAR sacar todo tipo de riquezas, beneficios y placeres, para guardárselos o llevárselos a otros lugares donde con sus "avanzadas" ideologías lo pueden aprovechar mejor, dejando a su paso muerte y miseria, mientras ellos se impulsan como 1er Mundo. Celebremos porque de ser un México Independiente, estamos al borde de ser un México Dependiente de las grandes potencias, hasta en lo más elemental y básico como es la alimentación. Celebremos por nuestra depredación desacerbada y sin control de recursos, por dejar como "reservas ecológicas" las zonas ya agotadas y dejar como zonas suceptibles a explotación las más biodiversas. Celebremos por ser el alcahuete del vecino del norte, donde su población reprimida y llena de brios y hormonas, puede venir a hacer aquí las porquerías que en su casa no puede hacer.Celebremos porque se ha menospreciado, explotado, maltratado y asesinado al único sector que realmente puede percibir a México, como "su tierra" a un nivel más profundo, de lo cual se ha tratado borrar todo rastro de conciencia, para continuar minando hasta el último recurso explotable. Celebremos porque las iniciativas por generar una nueva propuesta de vida, son erradicadas, sometidas y acorraladas a punta de pistola, mientras que "Iniciativas" dramáticamente absurdas, son puestas en escena con fanfarrias y bombas lacrimógenas, como falsa salvación. Celebremos por la preponderancia y el dominio de los medios masivos, tótems enajenantes, más persuasivos e influyentes que las instituciones educativas en declive. Celebremos por esta nueva guerra que comienza por otro nuevo cambio de poder, mientras se hace pantalla de que todo está bajo control, de que es una lucha del "bien" vs "mal". En fin, hay todavía mucho más que celebrar, pero si de tanto celebrar, todavía tienen bríos para gritar ¡Viva México!, háganlo....