Por el Afqar
Ya no hay para donde hacerse. Un hombre lucha por sus derechos educativos en una universidad pública y es asesinado, un campesino lucha por defender el bosque del que depende su comunidad contra la tala ilegal y es asesinado, una comuidad lucha por defender su independencia poítica y son acosados y sistemáticamente vejados por el sistema.
¿Ya no es concebible la manifestación y el activismo como herramienta para modificar nuestra sociedad? ¿Estamos ante la terrible disyuntiva de tomar acciones radicales contra la violencia?
El asesinato de Carlos Sinhué nos reitera que estamos ante un estado criminal que utiliza a sus peones para ir borrando las huellas que deja. ¿Que objetivo tiene que el procurador Mancera vaya diciendo que la persona asesinada podría haber sido irascible, drogadicta y con un amorío tormentoso? ¡El hombre fue asesinado de 9 balazos provenientes de dos armas diferentes! Es increíble que se descredite una víctima antes de saber siquiera que pasó.
¿Quiénes son aquellos que a lo largo y ancho del país atacan a los activistas, a los reporteros, a todos aquellos que alzan la voz para quejarse de la corrupción de las autoridades? Yo no creo que sea el crimen organizado, ya es hora de elegir un bando, ya es hora de un nuevo pacto social, la lucha es el legado de estos hermanos que mueren trabajando para que un mundo más justo y feliz sea posible.
Hasta la victoria siempre.
