Elección de vecinos

Es una tristeza. Ayer domingo se llevo a cabo en la Ciudad de México una elección de consejeros vecinales. Este tipo de elecciones no se llevaba a cabo desde hace 11 años, y a algunas personas les parece escandaloso que en la jornada de ayer el abstencionismo fuera casi del 90%.
Esta elección fue reveladora, primero, nos muestra la mutación completa del PRD; como una fuerza de izquierda unificada en las elecciones de 1988 que luchaba contra la perversión política del PRI, se convirtió en el mismo PRI, y no es de sorprender, cuando las cartas fuertes del perredismo son viejos priístas. El acarreo, el cabildeo, el condicionamiento de programas sociales y otras tantas mañas en unas elecciones de lo más irrelevante, por lo menos políticamente, revelan el nuevo carácter del partido “bastión” de la izquierda mexicana del nuevo siglo.

Luego, el desinterés de la población se explica por lo anterior, pero también por la apatía y el egoísmo característico de nuestra sociedad y es que si una elección es de vecinos ¿No debería estar organizada por la gente? El hecho de que el IFE, aunque sea el local, haya organizado esto, habla del poco compromiso civil que existe, y si en 11 años nadie creyó necesitar esta institución es por algo.

El caso particular de mi colonia es muy ilustrativo, la gente del PRD fue la primera en inscribir su planilla, fueron los únicos que repartieron volantes en toda la colonia, y cuyos volantes tenían mejor producción (diseño, buena impresión, etc.), la gente del PRD que vive en la colonia, y a quienes hay que dirigirse para agilizar un trámite, pasaron a platicar con la gente y mencionar cuál era su planilla. Desde hace unos dos meses se iniciaron unas obras en los camellones de la colonia y estos mismos personajes amagaron con dejar la obra incompleta si su planilla no ganaba.

Los alcances de estos consejos pueden ser importantes is lagente se compromete, pero si están ligados a un partido parece un poco improbable. Las atribuciones de estos consejos vecinales están contempladas en la ley de participación ciudadana del Distrito Federal y la gente debería consultarlas para saber que es lo que puede esperar del consejo.

Como he dicho antes, el verdadero cambio está en la gente y esta herramienta del poder ciudadano funcionará adecuadamente si se le presiona y se esta al pendiente de ella, es nuestro derecho y obligación. ¡Hay que ponerse las pilas!

Ley de participación ciudadana del Distrito Federal, muy interesante, da ideas sobre la forma en que la sociedad civil puede hacer para mejorar no solo las cuestiones de servicios, sino la participación política de la ciudadanía.

La narración de la desastrosa jornada electoral en la Jornada