San Juditas Tadeo

O, venga al rave de los pobres, el 28 de cada mes...

Por el Afqar

A algunas personas les sorprende la cantidad de adeptos que esta captando entre la juventud el culto a San Judas Tadeo, sobre todo, en la iglesia de este santo en el centro del Distrito Federal. A algunas personas les molesta profundamente la gente que va para allá y los considera nacos, regetoneros, delincuentes y drogadictos.

A mí en lo particular no me sorprende la popularidad del culto y hoy que iba por el centro y veía a la gente con su San Juditas en la espalda me cayó el veinte muy cabrón: el culto a San Juditas es totalmente pagano, es una pervivencia de la forma prehispánica de percibir a las divinidades.

No es que lo considere una extravagancia o parte del “mexican curious”, es simplemente algo que me ayuda a entender la forma en que esta sociedad satisface sus necesidades espirituales.

La religión católica siempre se aprovechó del paganismo para introducirse en las nuevas tierras, desde su imposición como religión única en el imperio romano hasta su imposición a los naturales de América.

La naturaleza filosófica de las religiones basadas en Cristo Jesús de Veracruz (o lo que es lo mismo, Chucho el Jarocho) es de una completa aversión a las extravagancias del culto, un rechazo de los bienes materiales y, el único mandamiento que dejó Jesús, “amaos los unos a los otros”, es un manifiesto completo de cómo concibe esta religión la convivencia de los seres humanos (aquel que considere mis aseveraciones absurdas lean a Juan y a Marcos, evangelios en que se ve a Jesús más como un hombre que como un dios y lean Quo Vadis también, donde se hace un esbozo de las primeras comunidades cristianas).

Las religiones desvirtúan las filosofías, las cuales deben ser, desde mi punto de vista, interpretadas por cada persona, no por una institución que dogmatiza las creencias de la gente. Y el resultado son religiones vacías de todo significado que no pueden satisfacer las necesidades espirituales de las personas, llenas de gente hipócrita y corrupta.

En este marco, la gente se inventa sus ritos para llenar los vacíos creados por la jeraquía, ritos que en esencia desvirtúan los valores de la religión que profesan. Ejemplo, los católicos obedecen los antiguos 10 mandamientos revelados a Moisés, en el primero dice, entre otras cosas, “no adorarás otros dioses más que a mí, ni harás efigies ni estatuas” y vemos, fruto de nuestra tradición prehispánica, como la gente se entrega con pasión al culto de los santos, mientras, ignoran por completo aquello que dijo e hizo Jesús.
Hace poco leí un reportaje sobre la banda que va a la iglesia de San Judas en el centro, y había un comentario de un entrevistado que decía que se sentía más chido cuando antes de ir a la iglesia se metía alguna droga, para vivir una experiencia religiosa más intensa.

Esto recuerda a los ritos prehispánicos donde los sacerdotes entraban en trance ayudados por sustancias alucinógenas, o la forma en que las sibilas se ponían en contacto con los dioses para transmitir sus designios y también como la secta de los jashashin consumía jachis para penetrar en los misterios de Dios.

Yo lo único que se, es que estos jóvenes encuentran edificación espiritual en ir a la iglesia bien chidos, en una sociedad donde lo único que se les ofrece es irse a la mierda sin chistar y vivir hacinados en esta horrible ciudad llena de smog y basura. Mientras a la iglesia no le importa que sus feligreses roben y se droguen con tal de tener las arcas llenas, ¡Ave María Purísima!